El domingo 23 de julio de 2023, marcado por una luz especial y en el corazón de la celebración de la Promesa de Fourviere, se escuchó un «Sí» resonante y generoso. Ocho laicos maristas de Costa Rica, comprometidos y con corazones llenos de fe, prometieron seguir un camino de vida cristiano con una pincelada muy particular: el color marista.
Aquella experiencia resonó en todos los presentes, un canto de amor, entrega y determinación. Esta promesa marcó el inicio de un compromiso en el camino de la construcción del Reino de Dios, inspirados por la figura de Marcelino Champagnat, el fundador de los Hermanos Maristas. Igual que él, estos laicos se disponen a «picar la piedra», un eufemismo para trabajar incansablemente para dar a conocer y amar a Jesucristo, desde su propia y singular identidad laical.
Los laicos maristas se comprometen a cuidar y difundir el carisma marista, un camino de vida marcado por la sencillez, la humildad y el amor a la educación. La vida de Marcelino Champagnat y los primeros Hermanos se convierte en un faro que guía su caminar, un testimonio vivo que ha sobrevivido al paso del tiempo y que hoy se renueva y se fortalece con su compromiso.
Pero este deseo, esta promesa, no es solo una devoción: es también un desafío. Estos laicos están invitados a tomar conciencia de su papel vital dentro de la Iglesia. Son llamados a asumir la responsabilidad de construir el Reino de Dios desde su cotidianidad, en la intimidad de sus familias y en la realidad que los rodea, guiados por los valores maristas.
Hoy, más que nunca, estos laicos se sienten herederos del carisma marista, una herencia que les ha moldeado como cristianos y laicos. Expresan su gratitud a sus familias y a los hermanos maristas que les han acompañado en su camino vocacional, fortaleciendo su fe y su compromiso.
Los nombres de estos laicos maristas, quienes han renovado el compromiso con el carisma marista en Costa Rica son: Marcela Patricia Fonseca Garita, Ana Lucrecia Madrigal Segura, Patricia Salas Sánchez, Wendy Bolaños Zamora, Daniel Arrieta Álvarez, Olivia Janeth Zeledón Rodríguez, Lynnette Venegas Ávila y Ana Isabel Saborío Jenkins.
Ellos son los rostros de este renacer marista en Costa Rica, una luz brillante que guía a la comunidad marista a seguir adelante, a seguir «picando la piedra», a seguir construyendo el Reino de Dios, desde el color marista.
