En el mes de febrero, se llevó a cabo la primera reunión del año con las familias de los 31 niños becados, del programa “Ama y Educa”, un programa dedicado a apoyar la educación de niños a través del amor y el compromiso de padrinos generosos, marcando un hito importante en el viaje de servicio y solidaridad de la comunidad marista.
Desde sus modestos comienzos con un solo niño beneficiado, se ha sido testigo del crecimiento exponencial del programa. Este crecimiento es un testimonio del apoyo continuo de Dios y de la inspiración de Marcelino Champagnat, cuyo legado de amor por la educación sigue guiando los pasos de los maristas en el mundo.
Cada año, se siente agradecimiento al ver cómo más padrinos se unen a esta noble causa de apoyar la educación de los niños. Su generosidad y compromiso inspiran y llenan de esperanza para seguir adelante con la misión.
En las reuniones con las familias de los becados, se aprovecha la oportunidad para transmitir el mensaje de un Dios de amor que crece efervescentemente en la familia. Se cree firmemente que el amor y la educación son pilares fundamentales para el crecimiento integral de los niños, y se está comprometido a seguir brindando este apoyo vital a través del programa “Ama y Educa”.
Mirando hacia el futuro, se siente motivación y renovación en el compromiso de servir a la comunidad y de brindar oportunidades educativas a aquellos que más lo necesitan. Con el apoyo de los padrinos, se continuará llevando adelante esta hermosa misión con amor, esperanza y determinación.
La primera reunión del año con las familias de los becados del programa “Ama y Educa” no solo marca un momento de celebración y agradecimiento, sino también un recordatorio del compromiso inquebrantable de hacer una diferencia en la vida de los niños y sus familias. Juntos, se continuará construyendo un futuro lleno de oportunidades y esperanza para todos.