Durante los días 5, 6 y 7 de abril, los Animadores de Comunidad, acompañados por un grupo de laicas y laicos comprometidos con la animación de comunidades en la Provincia Marista de América Central, han disfrutado de un enriquecedor encuentro en el Centro de Formación Marista de Guatemala.
En este período, se han dedicado generosamente a explorar un tema tan fundamental como el manejo de los sentimientos y las emociones. Bajo la dirección del P. Arnaldo Pangrazzi, de la congregación de los camilianos, el objetivo primordial ha sido el reconocimiento y la comprensión de las emociones, así como aprender estrategias para gestionarlas y acompañar a otros en este proceso de crecimiento personal. Temas como las dimensiones de la personalidad, las experiencias dolorosas de la vida, el impacto de los sentimientos y las emociones en nuestro desarrollo, han sido abordados de manera clara y sistemática, complementados con ejercicios de reflexión y diálogo en grupos reducidos.
Se ha prestado especial atención a los sentimientos básicos de la persona, tales como la alegría, la tristeza, el miedo y la cólera: explorando sus manifestaciones, su influencia en nuestro crecimiento personal y su relación con el Eneagrama. Además, se ha enfatizado en la importancia de utilizar estos sentimientos de manera constructiva y saludable.
Por otro lado, el H. Hipólito, Provincial, ha compartido con los participantes los eventos más relevantes en la programación provincial, instándolos a participar activamente en ellos. Posteriormente, mientras el grupo de laicos discutía posibles líneas de acción para su labor animadora, se presentaron temas específicos relacionados con el funcionamiento de la Provincia y la situación de los hermanos con problemas de salud, entre otros aspectos comunitarios.
El encuentro ha sido organizado con esmero, logrando un equilibrio entre el trabajo, el descanso y la convivencia. Es importante destacar la atmósfera de espiritualidad que ha impregnado los momentos de oración y celebración religiosa, añadiendo una dimensión significativa a esta experiencia enriquecedora.
Este encuentro de Animadores de Comunidad no solo ha sido una oportunidad para el aprendizaje y la reflexión, sino también para el fortalecimiento de los lazos fraternos y el compromiso con la misión educativa y evangelizadora de la Provincia Marista en América Central.
