Ser marista implica ser parte de una comunidad educativa y formativa basada en los valores maristas, que buscan formar personas integrales y comprometidas con la sociedad.
Entre los valores maristas destacan la solidaridad, el respeto, la responsabilidad, la sencillez y la espiritualidad. Estos valores se fomentan a través de la educación y la formación integral de los estudiantes, que incluye aspectos académicos, deportivos, artísticos, sociales y espirituales.
Además, la pedagogía marista se enfoca en el desarrollo de la persona en su totalidad, atendiendo tanto a sus necesidades académicas como a su desarrollo personal, social y espiritual. Los maristas buscan formar personas comprometidas con la sociedad, capaces de liderar y de marcar la diferencia en el mundo.
Ser marista también implica formar parte de una red global de colegios, universidades y organizaciones maristas, lo que permite a los estudiantes acceder a una educación y una formación de alta calidad, y a su vez, participar en actividades de voluntariado y solidaridad en distintas partes del mundo.
En resumen, ser marista significa ser parte de una comunidad educativa y formativa basada en valores sólidos, que busca formar personas integrales y comprometidas con la sociedad, capaces de liderar y de marcar la diferencia en el mundo.
