Después de una pausa obligatoria en nuestro ritmo habitual, el Encuentro Provincial de Catequistas, que se celebra cada dos años, finalmente tuvo lugar en el Liceo Guatemala los días 1 y 2 de septiembre de 2023. Esta experiencia fue un profundo momento de reflexión sobre nuestra vocación como catequistas y las diversas maneras en que podemos comunicar y transmitir el mensaje de Jesús a los jóvenes que se preparan para la confirmación y a los niños que están a punto de recibir su Primera Comunión.
La temática central giró en torno a nuestro crecimiento como catequistas, tomando como base el Directorio para la Catequesis. El intercambio de experiencias en los grupos de trabajo resultó extremadamente enriquecedor. Todos compartíamos una misma sensación, ya que nos dimos cuenta de que estábamos enfrentando situaciones similares. Al mismo tiempo, reconocimos que trabajando juntos, aportando ideas innovadoras para nuestras comunidades, podríamos lograr una catequesis más dinámica y profunda. Nos propusimos no solo enseñar a memorizar los temas del catecismo o las oraciones, sino comprender y vivir el Sacramento como una parte fundamental de nuestra vida.
El ambiente del evento fue sumamente acogedor, y el grupo se integró con facilidad. Tuvimos la oportunidad de trabajar, reflexionar y compartir con personas de diferentes comunidades de los países participantes. Esto fortaleció nuestra vocación y nos permitió establecer lazos de amistad y confianza que, esperamos, faciliten un intercambio de ideas constante para nuestro crecimiento, tanto como catequistas individuales como en comunidad.
Como catequista de Primera Comunión, aprecié especialmente la parte de la reflexión personal sobre mi vocación, lo que se denominó «Desierto». Pude reconocer que la preparación debe ser constante para mejorar las habilidades que me ayudarán a transmitir de manera más efectiva mi experiencia de vida en Jesús. De esta manera, los niños se sentirán motivados, atraídos y entusiasmados para vivir su fe. Además de alimentarnos físicamente con deliciosa comida, también nos nutrimos espiritualmente y de alegría. El entusiasmo de los demás nos contagió y el compartir con otros nos permitió experimentar en nuestra propia vida lo que Marcelino nos insta a hacer: «que siempre se diga de los Maristas, como se dijo de los primeros cristianos: ¡vean cómo se aman los unos a los otros!».
Agradecemos profundamente esta oportunidad de compartir y de recibir herramientas que nos ayudarán en la preparación de los niños y en nuestro crecimiento personal y comunitario.
Sandra García
Catequista de Primera Comunión
Liceo Guatemala
